Como arreglar un pinchazo de tu bicicleta
Un pinchazo es la causa más común de incidencia a la hora de practica ciclismo. Por ello, siempre tenemos que tener bien a mano un kit básico en el que se incluya todo lo necesario para salir del paso o incluso, si hablamos de grandes distancias, tener preparadas cubiertas para bicicletas y otros elementos de mayor calado pero, una vez se produce, ¿cómo reaccionar ante un pinchazo?
Paso 1: revisa el alcance del pinchazo
Lo primero antes de realizar el tratamiento del pinchazo es revisar su alcance. No es lo mismo un pinchazo producido por un clavo por ejemplo, situado en una zona específica, que uno producido por entrar en una zona de pinchos o cristales que hayan podido dañar varias zonas.
Por otra parte es importante verificar si el daño se ha producido sólo en la cubierta o ha dañado la cámara, y si este es el caso, si se puede “parchear”.
Para todo ello debemos poner la bicicleta boca abajo para que descanse sobre sillín y manillar, e ir girando la rueda lentamente en busca del pinchazo y su causa.
Paso 2: retirar o proceder a arreglar la cámara
Si el pinchazo no ha dañado la cámara y sólo ha rasgado la cubierta, podremos arreglarla retirando el elemento causante y protegiendo la zona. Si efectivamente ha dañado la cámara, deberemos retirar la rueda del cuadro de la bicicleta, desprender la cubierta y buscar el pinchazo en la cámara.
La forma de localizarlo es inflando lentamente la cámara en busca de donde se encuentre la fuga, aunque si disponemos de un cubo y agua, puede ser más rápido y sencillo sumergiendo toda la cámara en agua y buscando de dónde salen burbujas.
Paso 3: colocar el parche
Una vez localizado el pinchazo, debemos marcar la zona, para que a la hora de colocar el parche lo hagamos justo de la forma que el centro de éste quede sobre el punto de fuga para una fijación perfecta. Una vez marcada, pulimos lo máximo posible la zona para una fijación perfecta y colocamos el parche con firmeza, evitando pliegues o arrugas.
Paso 4: colocar e inflar
Con este procedimiento no tenemos más que colocar la cámara nuevamente dentro de la cubierta y sobre la llanta, fijar la rueda a la bicicleta e inflarla nuevamente, con mucho cuidado de no pasarnos con el aire y producir un reventón.
Con todo ello podremos rodar sin problemas, pero conviene tener en cuenta que siempre es mejor un elemento nuevo y completo, que reparado, por lo que si somos de desgastar ruedas, mejor adquirir una nueva cámara al llegar a nuestro destino.
El atajo perfecto
Este proceso es el estándar cuando disponemos del kit básico y ante una avería común, pero si somos profesionales del medio, vamos a recorrer grandes distancias, lo adecuado hubiese sido contar con una cámara de repuesto completa que sustituya a la pinchada.
Esto no sólo nos sirve para atajar el proceso, sino para evitar males mayores como un desgarro de la cámara, complicado de arreglar mediante parches, o cuando no sabemos localizar el pinchazo exacto o hay muchos más. A pesar de llevar un par de cámaras cuando salgas de ruta es recomendable llevar también un kit de reparación por si has salido a rodar por un campo de cristales y consigues pinchar mas de dos veces en una ruta.
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