Maratón Sierra Norte, un clásico de Octubre
Otro año más y como ya viene siendo una tradición otoñal que se repite desde hace 13 años el Club Madroño organizaba el maratón sierra norte. Nosotros, como también viene siendo habitual, desde el año 2005 no faltamos a la cita. Este año no tuvimos que lidiar con esa especie de la fauna autóctona Ganaderis ruralis, como el año pasado. Nos levantamos a las 7 de la mañana como unos afortunados, algunos llevan levantándose antes de esa hora muchos días para que todo salga bien, salimos dirección a Cotos de Monterrey mientras el cielo se desploma sobre nuestras cabezas saliendo de Madrid. Pensamos como muchos otros, ¿Quién me mandara a mí, levantarme a estas horas y meterme en estos líos?
Este año como el tema de los cruces ya estaba bastante controlado, nos quedamos en el polideportivo echando una mano. Aunque parezca un sueño, provocado por el madrugón y la adrenalina que ya empieza a ocupar las venas de los valientes corredores. El lugar de recoger los dorsales y rellenar licencias de última hora se convierte en cuestión de horas en lugar para masajistas, comida, podium, premios saludar a amigos y contar las batallitas de la maratón y muchas otras cosas.
Cuando el recinto de meta, ya parecía eso, una meta y empezaron a llegar los primeros corredores de la marcha corta del maratón sierra norte, fuimos andando hasta la última bajada del recorrido. Punto bastante comprometido del recorrido después de 45 y 80 kilómetros en las piernas respectivamente. Con un escalón a media bajada y unas roderas en la parte final podía dar al traste con algún despistado y cansado ciclista junto con su bicicleta algo maltrecha.
Como vimos que el publico expectante en este conflictivo punto era elevado y estaba suficientemente cubierto, tras pasar los primeros de la ruta larga hemos emprendido el camino de vuelta hasta la meta. Hemos disfrutado del ambiente en meta, entregado trofeos y regalos para los afortunados.
Una gran experiencia, espero el año que viene volver